Hay días en los que te levantas con sueño y ya ves sueño por todas partes, ¿no os ha pasado nunca? Pues hoy es uno de esos días. Nos gusta hablar de sueños aunque debemos confesar que no creemos demasiado en ellos y además, no solemos dormir mucho, si no se duerme no se puede soñar, no?
Ayer leíamos estas dos noticias totalmente distintas pero con un denominador común, el sueño, y de aquí surgió la idea para este post. En primer lugar nos vamos al lado más científico del sueño con este estudio llamado Outcomes of Sleep Disorders in Older Men publicado en Hypertension, una revista de la American Heart Association (fuente Europapress).
En este estudio trataban de relacionar apneas del sueño con hipertensión, suponiendo que aquellos individuos que realizaban dichas pausas tenían un mayor riesgo de padecerla. Los investigadores determinaron que una mala calidad del sueño se asociaba a un riesgo signicativamente elevado de padecer hipertensión, independientemente de las apneas que realizara el individuo a estudio. Por tanto, es la mala calidad del sueño (menor tiempo durante el descanso de fase no REM, en su etapa de ondas más lentas) la que nos predispone a padecer, en concreto, la citada enfermedad, pero quizás muchas otras.
Cusiosamente los hombres suelen tener menos periodos de sueño Delta o sueño "profundo". Esta fase del sueño se asocia con el aprendizaje y la memoria reciente. Para reflexionar...
Sin embargo es en la fase REM, la de menor calidad por así decirlo, en la que más soñamos, ¿quiere esto decir que los hombres sueñan más que las mujeres?